Acolcha el suelo
Esto ayudará a mantenerlo fresco durante más tiempo y también evitará que te salgan malas hierbas. Utiliza materiales orgánicos como corteza de pino, paja, estiércol o compost.
Nutrimos la tierra
Volviendo a sus ventajas, las cubiertas que van descomponiéndose nutren la tierra. No todas lo harán de igual manera ya que, por ejemplo, algunos tipos de acolchado provocan la acidificación del suelo.
Atraemos biodiversidad
En efecto, cubrir el suelo paja, serrín, corteza, hojas secas, césped cortado u otros restos de podas es una manera infalible de atraer biodiversidad. Su mera colocación facilita la aparición de vida en él.
Esta ventaja está unida a la anterior, pues nutrir la tierra significa aprovechar su descomposición para que su superficie se enriquezca. De este modo, se consigue un efecto tremendamente positivo sobre la microfauna del jardín.
Protegemos el suelo
También conseguiremos proteger el suelo de las radiaciones solares y de los destrozos de las fuertes lluvias. Sobre todo, en lo que respecta a los terrenos en pendiente, aunque ésta sea ligera, y también evitaremos la lixivación, ya que si el suelo no es poroso el lixivado puede aumentar.
Riego más eficiente
El mulching aporta una cubierta que regula la temperatura y mantiene la humedad del terreno, con lo que el agua no se evapora con la misma rapidez que en los suelos desnudos. En época estival o invernal esa regulación de la temperatura será beneficiosa para la planta.
Protegemos a las plantas del frío y del calor
En efecto, la regulación de la temperatura que aporta el mulching ayuda a que las raíces no sufran por el frío, y a su vez conseguirá mantener el suelo húmedo por más tiempo. Por lo tanto, ayudará a que toleren mejor el calor en periodos calurosos, en los que las sequías de larga duración cada vez son más frecuentes.
Limitamos las malas hierbas
Evitar la aparición de malas hierbas o minimizarlas será fácil con esta práctica. Simplemente, no tienen espacio para crecer. Eso sí, tengamos en cuenta que esta ventaja puede verse como un inconveniente en determinados casos, ya que hay plantas silvestres que resultan beneficiosas, como el trébol.
Un mulching parcial puede ser una solución a este problema, sin olvidar que hay mulching que contiene algunas semillas. Ocurre con la paja y, como es lógico, éstas pueden crecer.
Nutrimos la tierra
Volviendo a sus ventajas, las cubiertas que van descomponiéndose nutren la tierra. No todas lo harán de igual manera ya que, por ejemplo, algunos tipos de acolchado provocan la acidificación del suelo.
Atraemos biodiversidad
En efecto, cubrir el suelo paja, serrín, corteza, hojas secas, césped cortado u otros restos de podas es una manera infalible de atraer biodiversidad. Su mera colocación facilita la aparición de vida en él.
Esta ventaja está unida a la anterior, pues nutrir la tierra significa aprovechar su descomposición para que su superficie se enriquezca. De este modo, se consigue un efecto tremendamente positivo sobre la microfauna del jardín.
Protegemos el suelo
También conseguiremos proteger el suelo de las radiaciones solares y de los destrozos de las fuertes lluvias. Sobre todo, en lo que respecta a los terrenos en pendiente, aunque ésta sea ligera, y también evitaremos la lixivación, ya que si el suelo no es poroso el lixivado puede aumentar.
Riego más eficiente
El mulching aporta una cubierta que regula la temperatura y mantiene la humedad del terreno, con lo que el agua no se evapora con la misma rapidez que en los suelos desnudos. En época estival o invernal esa regulación de la temperatura será beneficiosa para la planta.
Protegemos a las plantas del frío y del calor
En efecto, la regulación de la temperatura que aporta el mulching ayuda a que las raíces no sufran por el frío, y a su vez conseguirá mantener el suelo húmedo por más tiempo. Por lo tanto, ayudará a que toleren mejor el calor en periodos calurosos, en los que las sequías de larga duración cada vez son más frecuentes.
Limitamos las malas hierbas
Evitar la aparición de malas hierbas o minimizarlas será fácil con esta práctica. Simplemente, no tienen espacio para crecer. Eso sí, tengamos en cuenta que esta ventaja puede verse como un inconveniente en determinados casos, ya que hay plantas silvestres que resultan beneficiosas, como el trébol.
Un mulching parcial puede ser una solución a este problema, sin olvidar que hay mulching que contiene algunas semillas. Ocurre con la paja y, como es lógico, éstas pueden crecer.
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